La larga trayectoria profesional de Juan Martínez Villacañas, Tito, le ha hecho merecedor de reconocimiento debido a un buen número de motivos: la calidad de sus piezas, la recuperación de antiguas técnicas que ha sabido adaptar a los usos y gustos actuales pero, sobre todo, por su compromiso con la promoción de su oficio de alfarero, que es como decir con la artesanía. En el año 2006 Juan Martínez Villacañas, Tito, se ha jubilado y ha transmitido a su hijo Juan Pablo toda una vida de trabajo e investigación en el oficio alfarero, ofertando una producción que intenta ser fiel a una tradición milenaria sin dejar de aportar el espíritu de nuestro tiempo y los avances técnicos y estéticos que garanticen la supervivencia del legado recibido.
