Alfonso Hidalgo Cruz, artesano de Úbeda, constituye la sexta generación de una familia de alfareros. Tras su formación en Cerámica Artística y en Arqueología, decide desligarse de la alfarería tradicional familiar y fundar su propia empresa bajo la firma de Góngora Cerámica. De esta forma, Alfonso comienza a investigar las últimas y más sofisticadas técnicas de la cerámica contemporánea: realizando piezas de alta temperatura, utilizando el gres y la porcelana para sus creaciones, y técnicas complejas como las cristalizaciones de cinc o el pit firing. Alfonso realiza sus propios esmaltes para decorar con el fuego, valor último para el acabado de la cerámica. Dibujar con el fuego es una de las señas de identidad de este taller de cerámica, que juega con las temperaturas, las atmósferas y la combinación de múltiples elementos para la creación de efectos únicos. A pesar de ser una empresa joven, Góngora Cerámica exporta piezas artísticas y vajillas artesanales a Reino Unido, Qatar, Estados Unidos o Canadá.
